Tratáis de abrir la puerta y para vuestra sorpresa está abierta. Dudas y Ziru te adelanta. Os dirigís a través del largo y oscuro pasillo manteniendo un silencio absoluto. Cuando estáis llegando al final, oís dos voces discutiendo.
Salís del pasillo y os presentáis al pie del escenario del anfiteatro. En el centro del escenario veis la terminal de la Ciudad Única. Manipulando esto, dos personas. Sí, uno es Muri.
—¡Muri! —gritas sin saber muy bien por qué lo has hecho—.
Muri y su compañero dejan de hacer lo que están haciendo y se quedan mirándoos. A Muri se le escapa una pequeña sonrisa.
—Bueno —empieza a hablar— casualidad. ¿Teníais que ser vosotros dos precisamente? —os dice con una sonrisa maligna—.
Dejas de atender a Muri y te quedas mirando a Ziru.
—Muri… ¿Qué haces? —pregunta tristemente Ziru—.
—¿Os conocéis? —le pregunta a Ziru tratando de entender lo que está pasando—.
—¡Claro que nos conocemos! Mejor que tú y yo diría —te responde Muri— por un lado, Ziru, mi mejor amigo de siempre. Y en el otro… Iba a decir el mejor amigo de hoy en día, pero los dos sabemos que teníamos todo el aspecto de acabar siendo un poco más de eso, ¿no es así? —por primera vez, notas un poco de tristeza en sus palabras—.
Te has sonrojado. Intentas sacudir la cabeza como un caballo y centrarte, «¿Qué están haciendo esos rebeldes?».
—¡Dejad la terminal en paz! —grita Ziru—. Estáis trabajando en vano. En cuanto se den cuenta sustituirán la terminal y la recolonización continuará. Ríndete, Muri. Por favor.
—Veo que sigues como siempre, Ziru. Piensa que sabes más que nadie y no te enteras de nada —una sonora risa maligna se le ha escapado a Muri— ¿Qué terminal? No queremos destruir la terminal, sino la nueva colonia —en esta ocasión una sonrisa maliciosa y silenciosa le ha tomado la cara—.
—¿Cómo la nueva Colonia? —le preguntas sin entender nada—.
—Colonia, sí. Sin colonias, no hay recolonización y tendremos que seguir en la Ciudad Única, dejando la Tierra en paz y respetando las vidas del resto de los vivos. Así lo dice nuestro líder, ¡y así lo haremos! —hace un guiño al compañero para que haga algo en la terminal— ¿Sabéis qué cantidad de energía tiene una terminal así?
No lo sabéis, no.
—Pues lo suficiente para destruir toda esta Colonia, y ese es nuestro objetivo.
Levanta la mano y pulsa un botón rojo situado en el centro de la terminal. La terminal comienza con una cuenta atrás: 5…