Saltas del asiento y alcanzas a Urre, que estaba liste para presionar la alarma, para regresar a su asiento. De repente, Muri saca una pistola de protones de su cintura y coloca la mira láser entre los ojos de Urre. Zumar y yo quedamos atónitos.
—¿Qué haces, Muri? —le preguntas asustado—.
—Ezki —te responde secamente—.
Muri respira y dispara. Urre se desploma al suelo. En ese momento, Zumar empieza a gritar prese de un ataque de pánico. Ves a Muri con intención de disparar y agarras a Zumar tapándole la boca con la mano. Le dices que se calle, le pides que se calme. Por suerte, tu estrategia es eficaz y hace en silencio el viaje que os queda hasta la Nueva Colonia.
Intentas asimilar lo que acaba de pasar en el camino, «Ha matado a una persona». Entiendes que el siguiente puedes ser tú y decides hacer el viaje en silencio, «Este no es el Muri que yo conocía. ¿Qué le ha pasado?». Tras unos pocos minutos, el tren comienza a detenerse poco a poco.
—A elle también le tenemos que matar —te dice Muri muy serio— Si le dejamos con vida estamos acabados. Y lo que es peor, los de la misión —Zumar te mira pidiendo ayuda entre sollozos—.