—¡Ni hablar! —te responde Muri como si fueras un necio— Eso devolvería el poder a la gente, volveríamos a actuar de una manera impulsiva, con el corazón. Recuerda adónde nos llevó eso, qué precauciones tuvimos que tomar para que la Tierra respirara.
Piensas que acabas de decidir con el corazón incluso si dejas el Gran Retorno y te quedas a su lado. Y que él sabe muy bien eso, «Aquí no te parece mal…».
—Perdón, Muri, pero no ha sido una buena decisión. No participaré contigo en esta loca misión —le dices con firmeza.
—No perderé más tiempo contigo. Última oportunidad —te dice en un tono duro que no conocías— Y piensa bien en las consecuencias. ¿Vienes, o no vienes?
—¿Qué consecuencias? —le preguntas empezando a asustarte—.
—¿Vienes, o no vienes? —te mira sin piedad—.