Una vez terminada la respuesta, se abre un debate entre los tres para tomar la palabra. De repente, vuestros pendientes empiezan a cantar al mismo tiempo y la discusión queda suspendida, de momento. Es un mensaje de la IA Ciudad Única. En las imágenes recopiladas por las cámaras de seguridad se aprecia que las dos personas que viajaban junto a los dos fallecidos no eran las propietarias propias de los asientos. Por ello, concluyen que podrían formar parte de un grupo terrorista contra la recolonización. Os comunican que cualquier pista o ayuda será bienvenida, «¿Muri? ¿Cómo has llegado hasta aquí?».
—¿Cómo alguien puede estar en contra de la recolonización? —pregunta Ledi sin poder entenderlo—.
—Hay quienes dicen que la recolonización y el nuevo mundo son una mentira —responde Ziru— Para algunos, la Ciudad Única no es más que un teatro ideado por la IA y sus manos para perpetuar su poder.
—Sí, yo también he leído algo sobre eso —os confiesa Bura— Nosotres, sin embargo, sabemos que eso es mentira, ¿no? —os interroga preocupade— Mirad, aquí estamos, cuatro elegides, juntes, de diferentes orígenes, ideologías y clases. Decidiendo cómo será el nuevo mundo.
Con gesto afirmativo responden Ziru y Ledi. Bura se lo agradece con gesto de tranquilidad aburrida. Tú, sin embargo, piensa en otra cosa, «O alguien».
—Hay otras razones… —empiezas— algunos creen que, como hicimos en su día, terminaremos destruyendo el Planeta Tierra de nuevo. Lo único que quieren es que la humanidad siga en la Ciudad Única. Son ecologistas, no terroristas —decides no contar más—.
Tu información dejó pensativos a los tres.
—Han dicho que nuestra ayuda será bienvenida —lanza Ziru con motivación— ¡Deberíamos ir a investigar!
Bura y Ledi no quieren saber nada. Investigar un asesinato es responsabilidad del interior, no de cuatro inocentes.
—Déjate de tonterías y deja trabajar a los profesionales —quiere cerrar el debate Bura. Ledi también responde a Ziru con un gesto negativo—.
—¿Y tú? ¿Me ayudas? —te pregunta Ziru suplicando—.