EL GRAN RETORNO
Baja la mirada y hace un gesto negativo con la cabeza. Levantas la mirada y ves a un Muri que no conoces en la mirada infame que tienes clavada.
—Tenía miedo de que dijeras eso —te dice con un rayo de pesadumbre—.
Saca de la cintura una pequeña pistola de protones y te dispara en la frente. Se acabó, el mundo se acaba de apagar en tus ojos.