Sigues alejándote de Muri hasta que lo tienes a cierta distancia.
—Muri, basta —le suplica Ziru— aún ese puede volver atrás. Sólo habéis matado a una persona, lo arreglaremos, «¿Cómo se arregla eso?».
Muri responde con una risa. Mira arrepentido a la esquina donde ha tirado la pistola.
—Somos tres, Muri —advierte Ziru— no me gustaría, pero aunque tomaras una solución equivocada, no tienes muchas opciones.
Muri baja la mirada en ese momento, está pensativo, «¿Está dudando? ¡Que así sea, por favor!». Cuando has empezado a soñar con un buen final, sin embargo, Muri levanta la mirada. Tiene una sonrisa maligna en la boca.
—Eso es lo que tú crees.
Nada más terminar la frase, los compañeros de Ziru le cogen del cuello y se empiezan a pelear, «¿Cómo? ¿Él también?». Muri se ríe y levanta la mano. Te mira amenazante y baja la mano de golpe. Pulsa un botón rojo situado en el centro de la terminal. Oyes un ruido terrible y empieza una cuenta atrás. 5…