Entras con temor, pero según empiezas a contar tu historia notas como los agentes empiezan a asentir, alguno incluso sonríe con empatía.
Te explican cómo el país al que has llegado funcionaba bajo el mismo régimen político hace unos años. Entonces parte del pueblo se rebeló, consideraban que el CQI no era un índice justo, e iniciaron una revolución para acabar con él. Lo consiguieron, acabaron con las instituciones que guardaban esas tecnologías y las desconectaron. Fue cuestión de pulsar un botón. Con ese gesto derrocaron al gobierno.
El grupo de rebeldes seleccionó a su líder como presidente del país y se ha mantenido en el poder desde entonces, bajo un nuevo régimen en el que sólo aquellos que apoyaron la revuelta pueden votar. No se espera que el país cambie de presidente hasta que éste fallezca.