Miras nerviosa alrededor esperando a que aparezca Bobbi. Alguien se ha levantado unos asientos más adelante y se acerca a ti. Te sonríe.

   —Hola, soy yo, Bobbi.

La primera impresión es buena. Parece agradable, tiene un algo muy carismático. Le dices que se siente a tu lado.

   —Así que 4 corazones de 5, ¿eh? ¿Se puede saber qué persona miserable te ha quitado un corazón?

   —Jaja… Bueno, oye, igual soy imbécil de manual, quién sabe —tiene sentido del humor al menos, vamos bien—. La verdad es que es la primera vez que hago esto. Normalmente prefiero protegerme en las conversaciones digitales…

   —Para mí también es la primera vez.

Seguís hablando un rato largo hasta que se baja en su parada. Ha sido una conversación muy agradable, habéis conectado fácilmente. Vais a quedar el fin de semana, y tienes muchas ganas; quieres sentir su cercanía. Habéis quedado para ir a un concierto virtual aumentado, tú elijes a cuál.