A Ziru le propones que empiece a buscar agentes de Interior. Le dices con firmeza que cruzar esa puerta puede ser peligroso.

—Sabes algo más que no nos has contado, ¿verdad? —le preguntas comenzando a sospechar—.

—Bueno… —dudas— Creo que el terrorista es un amigo mío… Pero no es terrorista —quieres rectificar la frase— ¡Es ecologista!

—¡Tú también formas parte de la conspiración! —te acusa indignado—.

De repente, empezáis a escuchar una cuenta atrás. Los números aparecen en la puerta principal del anfiteatro. 5…

—¡Maldito tridor! —te grita Ziru— 4…

—¡No Ziru! Créeme, no tengo nada que ver con ellos, pero la primera vez que estuvimos en el anfiteatro lo vi. No quería creerlo, pero… —tus explicaciones no han influido demasiado en Ziru— 3…

—¡Ahora soy yo el que va a buscar a Interior! ¡Pero para denunciarte! —se aleja de ti y busca al Interior por la plaza— 2…

—¿Qué es está cuenta atrás? —gritas tapándote los oídos—.

De repente empiezas a escuchar gente y ves que la plaza frente al Anfiteatro empieza a llenarse de gente. 1…

La muchedumbre de gente que se dirige a la puerta se ha tragado a Ziru. No sabes qué hacer. 0…

Entonces, silencio. A continuación, la explosión. La más grande que haya habido.