FUGITIVA
Ya has visto suficiente. Y aunque luchas con fuerzas contra ese FOMO que te hace pensar que aún hay algo bueno que te espera aquí, sabes también que esto no te está haciendo bien.
Tus compañeras miran atónitas cómo rompes el contrato y sales por la puerta con tus pertenencias.
—Mamá, ven a buscarme. Casi se me olvida aquello que tanto te costó que asimilara… Que soy libre, y real.