—Mira Mac —empiezas diciendo—, ya sé que ahora mismo vosotros no utilizáis el sistema de puntuación de CQI, pero también sé que lo conocéis ¿verdad?
Mac asiente sin saber muy bien a dónde quieres llegar.
—Bien… —dices intentado poner tu voz más profunda—. Pues estoy seguro de que en todos esos años no conociste nunca a alguien con una puntuación de 0. No voy a contarte cómo he llegado hasta aquí, pero mi puntuación de 0 debería darte alguna pista de por qué te conviene llevarte bien conmigo.
Mac te mira serio y de repente, como de la nada, empieza a reír a pleno pulmón.
—Jajajajaja… Sorprendente, sorprendente… —dice asintiendo—. No pensaba que fueses de esos. Supongo que tienes más en común con nosotros de lo que pensaba. Siempre viene bien tener a alguien como tú con nosotros.
Sinceramente, tu objetivo era asustarlo, pero parece que tu discurso ha hecho que Mac sienta simpatía por ti. De hecho, después de una tarde juntos, se ha ofrecido a ayudarte con algo de dinero. No es demasiado, por lo que tendrás que decidir entre mandar una carta a tu familia o comprar algo de comida para los próximos días.