Paseas sin rumbo por la ciudad durante horas. No acabas de creer todo lo que te ha pasado en tan solo un día. Por primera vez en tu vida no tienes nada que hacer, nada con lo que soñar, y ni siquiera puedes intuir cuál será tu próximo paso.
Para cuando te das cuenta, ya es noche cerrada en la ciudad y debes buscar un sitio para dormir. No sabes dónde podrás estar más seguro, pero de las opciones que has visto al deambular por la ciudad hay dos que te parecen aceptables: un parque con varias zonas de hierba y una esquina tapada en uno de los muelles del puerto.
¿Dónde dormirás?