El sonido de tus tripas te hace darte cuenta del hambre que tienes. Es viernes, casi la hora de comer, y estás a punto de terminar la semana laboral.
Hace dos semanas que comenzaste a trabajar como terapeuta auxiliar en el Centro de Rehabilitación Digital, mientras acabas tus estudios en Psicología Humana y Artificial. Te gusta este trabajo, quieres ser terapeuta en cuanto acabes la especialización. Te gustan las relaciones cara a cara, aunque como auxiliar aún tienes poco contacto con pacientes.
El centro está fuera de la ciudad, a una hora en aerotrén, en medio de un valle verde, húmedo, precioso. Aprovechas el viaje para mantenerte actualizada con la ayuda de tu Inteligencia Artificial, consultando mensajes, redes sociales, noticias… ya que no podrás usar ninguna tecnología en el centro.
Ya has acabado tu jornada, estás contenta, con ganas de aprovechar el fin de semana. Al salir del edificio, en el jardín del centro, has visto al jardinero cuidando de una preciosa buganvilla. «Qué bonita» le dices. Te responde con una sonrisa.
Coges el aerotrén, te sientas al lado de la ventana. Sacas tu dispositivo inteligente y lo vuelves a conectar. De entre las distintas notificaciones, te llama la atención la de la aplicación LoveOne: tienes una petición de mensaje de una persona cercana.