Al llegar a su casa, Sam (has descubierto que ese es su nombre) te ha presentado a su mujer y a su perro. Parecen una familia feliz y tranquila. El calor de la calefacción y el olor a cocido que inunda la cocina te ha transportado a tu propio hogar.

Sam te deja unas toallas para que te duches y luego te invita a sentarte con su familia. La cena es amena, les hablas de tu familia y de lo ocurrido con el CQI. Ese es el único tema que parece romper con la tranquilidad de la conversación. Sam tiene una opinión firme sobre el sistema de valoración ciudadana.

«Ese sistema, controlado por el poder en la sombra, es la principal razón de la decadencia de nuestra generación», en sus propias palabras. No alcanzas a entender a qué se refiere con “la decadencia de vuestra generación”, pero sabes que está en contra de la declaración de los derechos de las personas no humanas y que no entiende las identidades no binarias. Prefieres no hacer muchas preguntas.