Entras por la puerta de acero que guarda una gran sala repleta de filas de mesas y sillas. En cada una de las mesas hay una pantalla táctil y las personas que ahí se sientan leen y tocan sus pantallas en silencio. Distraído/a por tus pensamientos, te sorprende la voz de quien te da la bienvenida. Una cara sonriente de ojos marrones te indica dónde sentarte de forma amable; está muy conseguido, pero la luz que se intuye en su oído te revela que es un humanoide.

   —Puede sentarse en cualquiera de las mesas libres. Si tiene cualquier duda, estoy aquí para ayudarle. 

Te sientas en una mesa y lees el mensaje de la pantalla con atención. Sabes que ese test, creado por las más avanzadas inteligencias artificiales, te dirá cuál es la galaxia a la que perteneces; tu grupo de iguales, aquellos que ven el mundo desde un prisma parecido al tuyo. Inquieto/a por empezar tu viaje al futuro, rozas la pantalla con el dedo.